Con una historia de mitificación bastante paralela a la que ha alcanzado Vega Sicilia dentro de los vinos españoles, todo el sector coincidió en lo apropiado de la adquisición de la firma húngara por parte de esta bodega vallisoletana.
En 1993, tan sólo tres años después de la caída del comunismo, la familia Álvarez llegó a Hungría y fundó Tokaj-Oremus Viñedos y Bodegas. Las actividades de la propiedad se centran en Tolcsva, donde - conectado al laberinto de bodegas subterráneas existentes desde el siglo XIII - en 1999 se construyó la nueva bodega.
La familia Álvarez dedicó mucha atención al estudio minucioso y respetuoso de este vino para conocer su proceso de elaboración y su historia. También se esforzó por conservar, en lo posible, la tradición cuando dirigió las obras de la construcción de la nueva bodega.
Para la gestión del nuevo proyecto, que gira en torno a uno de los viñedos mejor situados y más simbólicos de la región, la familia Álvarez reclutó a un equipo profesional que conocía muy bien el terreno, y buscó a un enólogo de la zona, experimentado y enteramente dedicado, para situarlo al frente de esta apasionante aventura.
Un vino fascinante en muchos sentidos, tanto en su elaboración como en el abanico de aromas y sabores que despliega. Procede de viñedos catalogados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se cría en galerías subterráneas centenarias. Un vino mítico, al que el rey Luis XIV definió como "vino de reyes y rey de los vinos”.
