Es un fruto tropical, se cultiva en el sureste de Asia, Sudáfrica, Egipto, Israel e Indonesia, en América se produce en Florida, Hawai, México, Brasil, Cuba y los países centroamericanos. En España se cultiva en Málaga, Granada y las Islas Canarias.
Destacan por su contenido en minerales como el fósforo, el calcio y el potasio; además son ricos en vitaminas A y C, en fibra, hidratos de carbono y en magnesio. Por lo que son beneficiosos como antioxidantes, diuréticos y favorecen el tránsito intestinal.
Se consumen como fruto fresco, en sopas, curries, ensaladas, etc.
A la hora de comprarlos conviene descartar los que presentan zonas negras, y los de piel perfecta porque pueden tener la pulpa en mal estado. Los mejores son flexibles cuando se presionan con el dedo, aromáticos y con la piel algo arrugada y manchada.
Para saber si están maduros se sumergen en agua y se comprueba si se hunden.
