¿Por qué comemos palomitas en el cine?

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Alguna vez te has preguntado ¿por qué comemos palomitas en el cine? ¿Qué relación hay entre comer maíz inflado con ver películas? En el post de hoy te lo contamos. 

La semana pasada hicimos un post sobre 4 recetas deliciosas con palomitas de maíz para que disfrutaras de ellas viendo tu película favorita. Lo puedes consultar en ese enlace.

4 recetas de palomitas caseras deliciosas

A raíz de hacer este post, nos llamó la atención el porqué de esta asociación entre cine y palomitas. Hoy te contamos el motivo.

El cine del pasado

Nos remontamos a principios del Siglo XX y viajamos hasta Estados Unidos. Estamos en pleno auge de las películas y producciones en blanco y negro, las típicas producciones de Charles Chaplin. Ir al cine era todo un lujo, y no solo por el dinero, sino porque el cine por aquel entonces continuaba siendo mudo, es decir, para ir al cine había que saber leer los subtítulos. En aquel entonces, aprender a leer era un privilegio al que solo las élites podían acceder.

Ir al cine era toda una experiencia. Los cines eran lugares lujosos y sus propietarios les trataban con gran mimo, como si fueran grandes y prestigiosos teatros. Moquetas rojas, butacas tapizadas con las telas más bonitas y grandes lámparas de cristal que colgaban de los techos de las salas. 

Las mejores películas de Charles Chaplin | Diariocrítico.com

En 1927 llega el sonido al cine. Desaparece el cine mudo y se democratiza, por decirlo de alguna manera, el consumo de películas. Es decir, a partir de ese momento, todo el mundo podía acudir al cine ya que ya no era necesario saber leer. En este momento, los precios bajan e ir al cine se convierte en la actividad de ocio de la clase media. Ya no solo se reserva para las élites. Ir al cine comienza a ser un plan mucho más común y habitual. 

Las grandes masas empiezan a pensar que durante las dos horas de película, estaría bien comer algo. Entonces, piden a los dueños de las salas de cine que pongan comida. Al comienzo estos se niegan puesto que mancharían sus lujosas estancias.

El maíz y la gran depresión

En 1929 sucede el martes negro, y los valores de la bolsa de Nueva York caen de forma tal, que se produce una de las crisis más importantes de la historia de la economía moderna, el crack del 29. ¿Qué tiene que ver esto con el cine? Pues que en época de crisis, los suministros escasean y la gente recurre a comer aquellos alimentos que son más baratos y accesibles. Uno de estos alimentos era el maíz

El cine no valía demasiado dinero, por lo que la gente seguía acudiendo a él para disfrutar del ocio, y ahora además se compraban las palomitas de maíz antes de entrar ya que era un tentempié barato para disfrutar durante la película. En un principio, el consumo de comida dentro de las salas seguía estando prohibido, por lo que los dueños de las mismas contrataron incluso a revisores para que comprobaran que la gente no escondiera comida y consumiera dentro de las salas. 

En 1931, una mujer llamada Julia Braden ve una oportunidad de negocio en las palomitas y el cine. Decidió montar su propia empresa y empezar a vender palomitas dentro de las salas a cambio de darles un tanto por ciento de los beneficios a los dueños de las mismas. Entonces los propietarios de los cines cambiaron de opinión, vieron una oportunidad de negocio y de aumentar sus ganancias, por lo que comenzaron a permitir que se consumieran palomitas dentro de los cines. Ahora las vendían ellos mismos. Julia se hizo millonaria con esta idea y los cines cambiaron su modelo de negocio permitiendo comer dentro. No es hasta 1938 cuando los propietarios de las salas se dan cuenta de que no necesitan un intermediario como Julia para vender palomitas. Si ellos mismos las producen, el 100% de los beneficios irían a parar al cine. 

¿Por qué no se vendían otras cosas? El maíz era el producto más barato, mientras que otras «golosinas» o chocolates eran más caros pues eran de importación. De esta manera consumir palomitas en el cine se convirtió en un hábito que arrastramos hasta hoy. 

Profundamente entretenido. retrato horizontal de un joven mirando atentamente la película con la boca abierta

¿Qué te ha parecido esta historia? Déjanoslo en comentarios. Y recuerda que si quieres montarte tu propio cine en casa siempre puedes prepararte unas buenas palomitas con las recetas que te dejamos en el post al comienzo de la entrada. Todos los ingredientes para realizarlas puedes encontrarlos en mentta, nuestro marketplace. 

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