La almeja reloj gallega, también conocida como ‘’relojito’’ o ‘’almeja redonda’’ es una especie de bivalvo que debe a su nombre a la forma circular de su concha recordando así a los antiguos relojes de bolsillo.
La almeja reloj, Dosinia exoleta, es una especie que estuvo en veda durante varios años y hoy vuelve a comercializarse para enriquecer la amplia oferta de mariscos bivalvos.
Esta especie se distingue por su buen tamaño, entre 5 y 8 cm, y su concha de forma circular. Se encuentra en playas y desembocaduras, pues resiste bien los cambios de temperatura y de salinidad del agua, y en profundidades de hasta 100 m.
Las almejas reloj ofrecen mucha carne, pues el animal rellena por completo la concha. Tienen un mínimo contenido graso, vitaminas de grupo B, calcio y magnesio, un notable aporte proteico, y en especial un alto contenido en hierro asimilable, ideal para dietas de personas con anemia o embarazadas.
¿Cómo se prepara la almeja reloj gallega?
Técnicamente no se trata de una almeja, pero gastronómicamente se adapta a cualquier clase de receta de almejas y similares. Las típicas recetas son al vapor, en guisos con arroz, a la marinera o como guarnición. Por su valor gastronómico, es muy empleada en la industria conservera y se considera una buena alternativa a otras especies por su relación calidad-precio.
La almeja reloj, aunque no es exactamente una almeja, en la cocina se trata como tal ya que se utiliza en toda clase de recetas en las que la almeja sea el producto principal o acompañante, esto es perfecto ya que se trata de un marisco gallego bastante económico lo que hace de la almeja reloj una alternativa a tener en cuenta para cualquier bolsillo.
Recomendamos conservar la almeja reloj en la misma malla en la que la adquirimos, ya que al estar apretadss entre si, evitaremos que se abran y así conserven todo ese sabor a mar que poseen.
La almeja reloj gallega debe conservarse en temperaturas entre 0ºC y 4ºC .
Se calcula 1 Kg para cada 3-4 personas.
